El panorama fiscal en España sigue siendo uno de los más complejos de Europa, especialmente para las empresas que deben enfrentarse a la devolución de los deterioros contables deducidos en ejercicios anteriores. Este tema, ampliamente debatido en el ámbito empresarial y jurídico, ha ganado protagonismo en los últimos años debido a los cambios normativos que han intensificado el escrutinio del fisco sobre estas operaciones.
Ignacio Arraez, socio del área fiscal de Maio Legal, destaca en un reciente artículo de El Economista que este problema es un «galimatías legal» para las empresas. Según explica, muchas compañías se encuentran en la difícil situación de ajustar su contabilidad para devolver al fisco cantidades derivadas de deterioros que, en su momento, fueron deducidos legítimamente bajo las normativas vigentes. Sin embargo, la ambigüedad y los cambios en la regulación fiscal han generado interpretaciones dispares que complican el cumplimiento de estas obligaciones.
Uno de los principales desafíos radica en la interacción entre la normativa contable y fiscal. Mientras que la contabilidad está diseñada para reflejar la realidad económica de las empresas, las reglas fiscales tienen objetivos distintos, como asegurar la recaudación y evitar abusos. Este desajuste obliga a las empresas a realizar ajustes complejos y a menudo costosos, lo que puede afectar sus flujos de caja y previsiones financieras.