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Reducción de jornada: guía para no perderse

La Vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, atiende a los medios de comunicación tras la visita a las instalaciones de Inditex y las reuniones con la dirección y con el Comité de Empresa

Alejandro Gil

Socio Laboral

alejandrogil@maiolegal.com

Esa era la noticia publicada por el Ministerio de Trabajo en su página web sobre la agenda del lunes 7 de octubre.

Esta visita tenía por objeto tratar la reducción de la jornada de trabajo con la empresa y sus representantes legales.

Vayamos unos cuantos meses atrás para conocer el origen de esta medida.

El pasado mes de octubre de 2023 se firmaron las bases del acuerdo entre PSOE y Sumar para el actual gobierno de coalición. Uno de los puntos más importantes en el ámbito laboral fue el objetivo de reducir la jornada laboral.

En ese momento, la idea era reducir la jornada laboral de forma progresiva, de manera que, para 2024, se pasara de una jornada laboral de 40 horas semanales, a una jornada de 38,5 horas. Para 2025, esa reducción conllevaría pasar a una jornada de 37,5 horas semanales.

Sobra decir que la reducción de la jornada planteada por el gobierno no conllevaría reducción salarial de ningún tipo.

Con dicha medida, se pretende una mayor facilidad para conciliar la vida personal, familiar y laboral de los trabajadores, así como disfrutar de una mejor salud física y mental.

Casi un año más tarde, lo cierto es que no existe todavía un acuerdo entre gobierno y agentes sociales que asiente los cimientos de la futura norma que recoja la implementación de la reducción de jornada proyectada por el Gobierno, lo que complica que, para este 2024, existan visos de que dicha reducción se lleve finalmente a cabo.

Es necesario, sin embargo, analizar el contexto de la jornada laboral en España para determinar cuál sería el impacto real de la reducción de la jornada de trabajo que ahora se plantea.

La jornada de trabajo es una materia regulada específicamente por el Estatuto de los Trabajadores. Esta norma, establece que la duración máxima de la jornada laboral será de 40 horas en promedio semanal.

Sin embargo, existen multitud de convenios colectivos (tanto a nivel de sector, como a nivel de empresa), que establecen su propia jornada máxima anual.

Según el Informe de CEPYME “Impacto de la reducción de la jornada laboral en la PYME”, la jornada pactada en convenio pasó de una duración media de 40,4 horas semanales en 1983, a 38,3 horas en el año 2023, y a 37,2 horas semanales en convenios colectivos de ámbito de empresa.

Ello conlleva, como primer elemento importante, que la reducción de la jornada de trabajo planteada por el gobierno no vaya a afectar de la misma manera a todos los trabajadores. Así, aquellos trabajadores cuyos convenios colectivos ya establezcan una jornada de trabajo igual o inferior a 37,5 horas semanales, podrían no beneficiarse de ninguna reducción en su jornada laboral.

Este colectivo es, sin embargo, el minoritario, estimándose que tres de cada cuatro trabajadores en España trabajan más de 37,5 horas semanales, siendo los sectores que se verán más impactados por esta medida el de la industria, la construcción, la industria extractiva, el transporte y el almacenamiento.

Por otro lado, será necesario analizar cómo se implementa la reducción de la jornada desde una óptica jurídica. En la actualidad, a pesar de que existan convenios colectivos que establecen una jornada máxima anual determinada, muchas empresas siguen manteniendo una jornada semanal de 40 horas, por una mera cuestión de organización de la actividad, y sin perjuicio de que el exceso de horas trabajadas se acumule a días de vacaciones o de libre disposición.

En lo que respecta a los trabajadores a tiempo parcial, todavía no existe una idea clara de cómo les afectará la reducción de la jornada laboral. Se barajan dos posibilidades: que se reduzca en proporción su jornada de trabajo, manteniendo el mismo salario, o bien que se mantenga la duración de la jornada pactada, pero aumentando el salario.

Lo anterior está directamente conectado con otro elemento importante derivado de esta medida: el incremento del valor de la hora ordinaria de trabajo. En la medida en que se trabajarán menos horas, pero se cobrará el mismo salario, el valor de la hora de trabajo aumentará. Ello también podrá impactar salarialmente en otros conceptos retributivos como las vacaciones, pagas extras u horas extraordinarias.

Para las empresas, esta reducción de la jornada supondrá un incremento de costes, derivado, principalmente, por el incremento de la remuneración por las horas dejadas de trabajar. Asimismo, a nivel organizativo y podrá requerirse nuevas contrataciones para cubrir las horas de trabajo dejadas de trabajar, o la necesaria realización de horas extraordinarias.

Será necesario analizar la configuración jurídica de la reducción de la jornada de trabajo planteada por el gobierno para determinar la mejor fórmula de aplicación que permita, por un lado, a las empresas, acometer dicha reducción con el menor coste posible, y, por otro lado, a los trabajadores, disfrutar de esa nueva medida conciliadora.